No creo que entiendas el motivo de mi existencia, ni comprendas llanamente los sentires que se extienden bajo mi profano pecho.
No estoy aquí ansioso de verte caer en el momento menos esperado, tampoco para arrebatarte a placer sádico esta oportunidad de vida.
Soy yo quien emana muerte a su paso y por eso mismo la vida es un milagro que aprecio, que me asombra y maravilla.
Soy como otros ángeles, no me debes temer, he nacido en las sombras pero estoy a favor de la luz, quizá en mi esencia hay malevolencia, y disfruto darle fin a quien se lo merece, pero también me hinco y lloro ante la causa injusta.
Soy la sombra que te cuida y te acompaña, que te vigila mientras sueñas, extiendo estas alas tan gastadas en el umbral de las noches, para resguardar tu último y frágil aliento, no estarás solo en aquel sendero sombrío.
Interesante relato estimada, entrega una percepcion diferente de lo que es ese ángel y el oficio que le toca ejercer. Espero leer mas de tu blog . Un saludo
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