Vacilantes
pasos en la madrugada
Caminando
lentamente por la avenida
Las
sombras juegan con la alba rota
Antes
que las aves anuncien el nuevo día
Con
la sonrisa desgastada
Vuelvo
a aferrarme a la vida
Arrastrando
el pesado halo
De
mi cansada alma huraña
Fútiles
espejismos torturan mi alma
Me
rehusó a continuar con cada farsa
Para
al fin mostrarme a mí a través del infinito
Y
mi espíritu tiembla, se quiebra, se desmorona
Mientras
miro los despojos del pasado
Hundiéndose
en un profundo abismo
Mis
ensoñaciones muertas vaticinan su retorno
Cuando
el sol desvanezca
los
pálidos reflejos de otro ocaso
Yo
desearía buscar el hechizo
para
la eterna alegría
Yo
lo intentaría para que todo esto
durase
lo que me resta de vida.