Hay dolores más atroces
Que los que relatan
Las cicatrices de mi piel
Hay heridas tan profundas
E invisibles a los ojos
De todo aquel que me ve
Noches inciertas
De desvelos en mis ojos
Cansancio de la desilusión
Deambulando infernalmente
Esa pesadilla en mi alma
Constante atrofiada quimera
Una pulsación estremece
Cada parte de mi cuerpo
Un recuerdo fantasmal
Reclamando mi olvido
El corazón sigue latiendo
Y mi conciencia te sigue invocando
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