Han muerto mis alabanzas
Flores que no sueñan
Que se deshacen en tus dedos
Estrellas quebradas
Fragmentos que hieren
Los ojos expectantes
Mis labios mudos
Se quedaron aguardando la noche
Poder tocarte
Con fino tacto de seda
Escuchando el rumor
Del agua que corre
Viendo tu silueta
Inmóvil estatua de mi memoria
Mariposas nocturnas
Elevan nuestras oraciones
Hacia un destino incierto
Me recuesto en tu hombro
Y deslizo mi aliento
Por tu cuello
Un suspiro errático
Viaja por tu cuerpo
Y tu escapas
Por un sendero oculto
Ya es muy tarde
Y la luz rojiza
del horizonte
Se esta extinguiendo
Hay palabras
Sepultadas en tus manos
Intento descifrar
Tu próximo pensamiento
Pero si al mirarte
Soy yo
La que queda atrapada
Dentro del firmamento
Varada
En tus ojos negros
No hay comentarios.:
Publicar un comentario