Tú melancolía se siente como herida fresca
tan fría como la niebla que entra
A través del cristal roto de la ventana
en una tarde gris de primavera
Silencioso y blanco velo
se expande en cada yaga
Cada rincón queda inundado
de densa bruma helada
Ya no hay más lagrimas
no deseo llorar desde tu partida
y no se como afrontar la angustia
de sentirme tan débil y perdida
Las expectativas se derrumbaron
y dejan mi cuerpo inerte en el suelo
es inminente el fracaso
que me hunde en arrepentimiento
Intente luchar hasta mi ultimo aliento
ahora solo queda el descontento
y la sensación de desconsuelo
¿Fueron alguna vez mis plegarías consideradas?
Ya no importa
el sacrificio está vació
pues todo ha muerto.
Un poema triste y bello. Me dejó helado.
ResponderBorrar